Economía en España en 2024: preocupaciones y retos

La economía en España en 2024 se encuentra en una encrucijada. Tras superar parcialmente el impacto de la pandemia y la crisis energética, el país se enfrenta a un escenario de desaceleración del crecimiento, presiones inflacionistas y endurecimiento de las condiciones financieras. Todo esto es consecuencia de los últimos tres años, que han sido complicados a nivel mundial en cuanto a economía, política y sociedad.

Estos factores afectan tanto a la confianza de los agentes económicos como a su capacidad de consumo e inversión. En este contexto, ¿qué preocupa más a los españoles en cuanto a la economía nacional?

Las preocupaciones principales a nivel económico

Podemos recurrir a diversas fuentes de información, como las encuestas de opinión, los informes de organismos nacionales e internacionales, para conocer las preocupaciones más importantes de la población. Gracias a esto, se ha hecho constatar que apenas el 44% de la población cree que la economía en España en 2024 será más fuerte.

Vemos los motivos que generan esta inquietud:

  • El empleo. El mercado laboral sigue mostrando una tasa de paro elevada, del 11,5% en 2023. Si bien es ligeramente inferior a la del 2022, sigue siendo un porcentaje sumamente elevado. Esta mejoría se debió principalmente a que la tasa de paro de las mujeres disminuyó desde el 14,8%. A esto se le suma la baja calidad del empleo y una alta precariedad.
  • El teletrabajo. Relacionado con el punto anterior, el teletrabajo presentó una buena alternativa para ampliar las ofertas laborales, pero también nuevos retos. Las regulaciones y la formación al respecto todavía no son lo suficientemente claras, así que todavía en 2024 representa un reto, y no solo una solución a nivel laboral.
  • La inflación. El incremento de los precios ha sido uno de los fenómenos más destacados del 2023, con una tasa media anual del  3,5%. Si bien fue una moderación considerable desde el 8,4% del 2022, sigue siendo un porcentaje muy elevado. El objetivo del Banco Central Europeo es del 2% de inflación, pero se estima que se situará en el 3% en 2024. A esto se le suma la preocupación de que los ajustes de sueldos no son suficientes para compararse con la inflación.
  • El déficit público. El PIB se situó un 2,5% más que en 2022, lo que es un buen indicio, pero parece insuficiente considerando que fue mucho mayor la mejora en años anteriores. Esto se debe a que la recuperación económica parece estar llegando a un punto más estable, pero sigue siendo insuficiente si consideramos el alto déficit público.

A esto hay que sumar un panorama social y político que se ha tensado más recientemente, los cuales podrían repercutir en la economía nacional.

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Las razones detrás de estas preocupaciones

A nivel interno podemos destacar la deficiente estructura del mercado laboral, la cual se vio sumamente agravada por la pandemia y la crisis energética. Existe una fuerte segmentación entre trabajadores fijos y temporales y una baja cualificación de la mano de obra, además de una movilidad geográfica y ocupacional escasa.

La inestabilidad política dificulta en gran medida el consenso y la gobernabilidad, algo muy acentuado por la fragmentación parlamentaria y la alta polarización ideológica en los últimos años. Esto ha derivado en la dificultad para idear planes concisos y ejecutarlos, ya que la aprobación de presupuestos y leyes se ha visto demasiado afectada por la falta de acuerdos.

Mientras, el factor externo más inmediato es la desaceleración de la eurozona, el principal socio comercial de España. La eurozona ha sufrido un fuerte impacto por la crisis energética y la subida de tipos del BCE, lo que ha lastrado su crecimiento y su demanda interna. A esto hay que sumarle problemas estructurales con los que ha luchado en la última década, como el envejecimiento demográfico y la falta de integración fiscal y política.