No todo gratis es malo. Y este es un pensamiento que muchas veces se omite al momento de hacer viaje, cuando más bien es clave para ahorrar dinero en vacaciones. Es cuestión de hallar un balance entre algunos sacrificios, una buena planificación y una forma de financiar las vacaciones para tomar una nueva perspectiva más asequible.
Organizar el viaje: la base de todo
La planificación está relacionada con ahorrar dinero en vacaciones porque es lo que te da la opción de armar un itinerario de valor y detallado, además de presupuestar los gastos. El resultado debería ser evitar tener que utilizar dinero que no estaba contemplado para ello.
No siempre es necesario tener un orden exacto de todo lo que va a suceder, pero sí establecer monto máximo de dinero a consumir. A partir de aquí se van a derivar todas las demás decisiones, con resultados prometedores.
Viajar de noche para aprovechar el día
Esto tiene mucho sentido si lo piensas: el alojamiento se cobra por noche. Viajar durante este horario te va a dar la opción de no tener que gastar en el alojamiento por ese día, sobre todo cuando hay distancias largas de por medio porque podrás descansar en el trayecto.
Es un buen truco, pero también tiene una letra chica. Quizás sea un modo de viajar demasiado cansado para los que necesitan un lugar realmente cómodo para descansar o que van a conducir. En el último caso, el conductor debería estar constantemente alerta para prevenir el riesgo de un accidente de coche.
Minimizar los costes del alojamiento
A menos que la idea principal de este viaje sea descansar, una de las formas más sencillas y eficientes de ahorrar dinero en vacaciones es no invertir tanto en el hospedaje. La idea suele ser ir al aire libre y explorar la mayor parte del tiempo, así que el sitio para descansar pasaría a ser algo secundario.
Hoteles de 3 estrellas o menos, hostales y hasta el couchsurfing son algunas opciones muy buenas para ahorrar un buen monto de dinero, a cambio de tener una experiencia algo más incómoda en pro de un viaje de mayor presupuesto. De todas formas, es una decisión muy personal que también va a recaer en los demás miembros del viaje.
Evitar utilizar un coche
Rentar un coche o pedir taxis es relativamente común en los viajes, pero también una práctica costosa. Caminar, montar bici y utilizar el transporte público son alternativas más económicas que te ayudarán a entrar mejor en el presupuesto, sin sacrificar nada de la experiencia.
En el mejor de los casos, tendrás una vista más cercana de cómo es la vida local, una experiencia que vale la pena conocer si viajas a un sitio nuevo.
Comer como los locales
Para nadie es un misterio que los restaurantes dirigidos al público turista suelen tener precios elevados, sin mencionar el riesgo de recibir una mala atención por estar tan llenos. Alejarse de los sitios concurridos es una respuesta acertada para ambos problemas, y encontrar lugares más curiosos.
Incluso podrías ir a los supermercados y comprar productos locales para cocinar en el hostal a un muy bajo coste. Sin embargo, no estaría de más optar por recetas sencillas para no gastar tanto tiempo en ello si no es el objetivo principal de la aventura.
No es necesario siempre dejar de hacer las actividades que te llaman la atención para ahorrar, sino más bien tomar algunas alternativas al modo en el que se hace el viaje. Algunas u otras medidas van a depender de qué tanta comodidad el grupo esté dispuesto a sacrificar, aunque la idea no es pasar unas vacaciones trabajosas.